Halloween está a la vuelta de la esquina y como no podía ser de otra manera nosotros empezamos a prepararlo todo para que esa noche la fiesta sea perfecta.
Hoy es el turno de una terrorífica pizza que dejará a todos tus invitados boquiabiertos por su originalidad pero que a la vez es muy sencillo y económica de hacer.
Si compras masa que venden congelada puedes ahorrarte estos pasos y tan solo colocar una capa de tomate por toda la base y queso fundido con diferentes formas que serán las que hagan la forma de fantasma con un poco de orégano y unos pequeños agujeros con dos grano de pimienta negra para simular los ojos.
Fuente: cutestfood
Ingredientes que vas a necesitar si haces la masa de forma casera:
- 200 grs. de harina
- 50 grs. de harina de sémola de trigo duro
- 1 cucharadita de sal
- 4 grs. de levadura seca
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 165 grs. de agua templada
Amasar:
Tamiza las harinas y la sal sobre la superficie de trabajo limpia y haz un agujero en el centro. Mezcla en una jarra la levadura, el azúcar y el aceite de oliva con el agua y deja la mezcla reposar durante unos minutos para, a continuación échala en el agujero de la harina.
Haz caer la harina con un tenedor de los bordes hacia el centro, poco a poco, al tiempo que la amasas con el líquido, dando vueltas. Sigue mezclando con cantidades de harina cada vez mayores y, cuando esté todo casi totalmente integrado, continúa amasando con tus manos limpias y enharinadas. Sigue amasando hasta que consigas una masa uniforme y elástica (que recupere la forma).
Coloca la bola de masa en un gran cuenco bien enharinado y espolvorea con harina por encima. Cubre el cuenco con un trapo de cocina limpio y déjalo en reposo en un lugar templado durante una hora o hasta que la masa haya doblado su volumen.
Romper la masa:
Pasa la masa a una superficie de trabajo bien enharinada y amásala durante un buen rato para que pierda el aire que se ha formado en su interior, a esto se le llama Romper la masa.
Hornear:
Precalienta el horno a 250ºC. Aplasta la masa con los nudillos, trasládala de nuevo a la superficie de trabajo enharinada y amasar dos o tres minutos para eliminar las burbujas de aire. Extiende la masa con el rodillo sobre la superficie de trabajo intenta obtener una masa muy fina, amasando siempre del centro hacia fuera.
Coloca la base de pizza sobre la bandeja con papel de hornear y acomoda la masa con las yemas de los dedos para que cubra toda la placa. Tapar con un paño y dejar reposar unos 15 minutos.
Mientras reposa prepara todos los ingredientes que vamos a añadir a la piza porque debemos hacerlo rápidamente para que se enfríe lo menos posible. Pasados los 15 minutos, repartir unas cucharadas de tomate frito sobre la masa y meter en la parte baja del horno durante cinco minutos.
Sácala y coloca los demás ingredientes, echa un hilo de aceite de oliva de orégano y métela de nuevo al horno unos 10 minutos hasta que esté dorada y crujiente.
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